Efectos y tolerancia a las trufas mágicas

Existen varias razones por las que podrías no percibir los efectos de las trufas mágicas o los hongos. La más habitual suele ser una cierta tolerancia previa a los psicodélicos.

¿Por qué no me están haciendo efecto los hongos?

Antes de entrar en cómo la tolerancia puede influir en tus experiencias con la psilocibina, asegúrate de consumir las trufas mágicas con el estómago vacío.

Una cuestión de tolerancia

Si eres alguien con experiencia en los viajes psicodélicos o has consumido recientemente, es posible que la dosis tomada no haya sido suficiente debido a una tolerancia más elevada.

La tolerancia a la psilocibina aparece con rapidez. Por ejemplo, si consumes trufas dos días seguidos, el segundo viaje puede resultar notablemente más suave.

Otra posible causa de una experiencia menos intensa es la tolerancia cruzada entre psicodélicos. Esto puede darse cuando usas otras sustancias alucinógenas que comparten el mismo alcaloide presente en las trufas mágicas: la triptamina. Es el caso del LSD, el peyote, la DMT, entre otros. Al desarrollar tolerancia a uno, tu respuesta a los demás puede verse afectada. Todos estos factores pueden influir en que no notes claramente los efectos de las trufas mágicas.

Reflexiones y consideraciones sobre la tolerancia

Para evitar que la tolerancia afecte a la experiencia, muchas personas optan por dejar pasar al menos un par de semanas antes de volver a consumir trufas mágicas. Ese lapso funciona como una especie de respiro para cuerpo y mente.

Hay quienes incluso prefieren esperar hasta seis meses antes de volver a tener un viaje con hongos o trufas.

La razón es que la psilocibina suele conducirnos a ideas profundas —y en ocasiones desafiantes— sobre nosotros mismos. Por eso resulta valioso dedicar tiempo a asimilar e integrar todo lo vivido durante la experiencia, un proceso conocido como integración psicodélica. Aunque no está directamente ligado a la tolerancia, ofrece una perspectiva interesante sobre cómo y por qué utilizamos sustancias psicodélicas.

Cambiando la manera de entender los viajes psicodélicos

Al usar psicodélicos, es común imaginar experiencias repletas de imágenes intensas y efectos visuales. Sin embargo, no siempre ocurre así. Esto no le resta valor a la vivencia; simplemente significa que las trufas mágicas y los hongos no ofrecen en cada ocasión un espectáculo caleidoscópico. Los efectos pueden estar muy influenciados por tu estado mental y emocional, que a su vez cambia según tu momento vital.

Hay viajes que se sienten más sutiles, lejos de los típicos ‘arcoíris saliendo de la alfombra’. Por eso, además de tener en cuenta los periodos de descanso relacionados con la tolerancia, también resulta útil ajustar las expectativas. Cada experiencia es única y significativa, incluso si algunas destacan más que otras.

En última instancia, muchas personas confían en que la psilocibina acaba mostrando la experiencia que mejor encaja con el momento que están viviendo.